Desarrollo De Guion

 La historia consiste en un joven que en el día que cumplió 20 años de edad, cada 6 días comenzó a caer dormido profundamente durante exactamente 24 horas. Cuando la noche se encuentre en su alba, sin poder evitarlo, este hombre viaja dentro de su sueño por un edificio laberíntico sin puertas y lleno de escaleras que llevan a pisos totalmente idénticos. Sin embargo este no se encuentra solo, criaturas de diversas intenciones lo acechan en cada rincón y debe encontrar la forma de esconderse, correr o pelear por su vida.  

Ficha Técnica

El Joven: Vive solo hace 3 años desde que perdió a su padre por un ataque al corazón, nunca conoció a su madre. Tiene 20 años y trabaja para pagar poder comer cada día aunque su herencia le dejará un departamento para vivir. Es solitario, ha tenido novias pero nada serio y no ha logrado hacer amigos más que un tipo llamado Jason en el trabajo. Es un cúmulo de estrés, trabaja a medio tiempo a la semana como reponedor en un supermercado cerca de su hogar y realiza actividades como diseñador de tarjetas y flyers para una universidad. Va a una sesión de terapia cada semana que según él apenas sirve de algo y está seguro que su terapeuta lo odia pero cree fielmente que es necesaria para mejorar, puesto que cada día siente un temor enorme a la muerte y a la soledad aunque si fuera por él no viviría, así que apenas mantiene su cordura a base de unas pastillas antidepresivas que irónicamente tienen plasmadas unas carita feliz que a él no le hacen ni un poco de gracia. Su temperamento es bastante calmado y forjó su carácter irónico, sarcástico por la necesidad de no sentir la presión de que todo sea algo serio, ya que tiene bastante con centrarse en sus miedos.


Criaturas: 

1. Secundarios (amistosos)

2. Antagónicas

Envidia:

Miedo: 

Hambre:

Paranoia: 

 

Guión


introducción

 Lleva horas subiendo unas escaleras a las que apenas les puede ver el último peldaño. Él ya había pasado por este lugar una cantidad de veces innumerables. Logra superar antiguas marcas que dejó con tiza blanca hace meses, la cual contrastaba con el grisáceo de la pared. El aliento se le escapaba de los pulmones, quedándose inmóvil frente a su falta de oxigeno y con la mirada perdida. Decide avanzar, no sin antes observar sobre su hombro la oscuridad del camino recorrido, el cual le recuerda los horrores por los que ha pasado y el arduo esfuerzo por sobrevivir que lo ha mantenido vivo por 5 largos años. Llegando al final del piso, logra ver su número "650", admira un momento lo mucho que ha avanzado y al dar un nuevo paso es sorprendido por su guía:

-¿Qué descubriste esta vez “..."?- pregunta como si no hubiera escuchado las mismas respuestas por años.

-Creo que para la próxima deberé traer más herramientas y armas para usar, cada vez subo un piso gano nuevas cicatrices-dijo mientras se apuntaba a la espalda.-ya me queda poca piel en la cual puedan quedar estas marcas, ya ni sé como esconderlas después que despierto.

-Pues por cada herida sanada ganas un nuevo conocimiento y te haces más sabio. Aparte te hace ver como un héroe, uno tonto, pero al fin y al cabo un héroe-mencionó a tono de broma.

-Ojalá no me hiciera tan sabio, he recorrido mucho y aún así siento que no he aprendido nada de este lugar- Bajando la mirada para revisar su reloj.- Aparte ya solo me quedan 5 segundos antes de volver, desearía que aquí el tiempo no fuera tan lento.-

-Te dejaré solo, Nos volveremos a ver, como siempre. Yo ya me retiro.-

-Nos vemos huesitos, gracias otra vez.-

-¡Te he dicho un millón de veces que no me llames así!.- exclamó ligeramente molesto.

Mientras la sombra de quien le acompaña desaparece en la tenue luz del lugar, se sienta manteniendo su vista fija en el reloj que se afirma en su muñeca. Viendo su contador pasar por lo que se siente una eternidad, termina por llegar a cero, en un momento que se siente como si un camión lo atropellara es azotado por una abrumante perdida de visión que lo hace inevitablemente cerrar sus ojos. Al despertar él esta sentado en su escritorio con un mapa y un cuaderno donde comienza a escribir todos los hechos ocurridos.


Desarrollo/climax. 

Se prepara para dormir después de un aburrido y agotador día, sus pendientes no eran más que lavar platos en su casa, barrer y su rutina diaria de ejercicios. Al día siguiente no sabría que hacer, era su cumpleaños pero desde hace 2 años que vive solo, no pudo ir a la universidad, así que trabaja de reponedor en un supermercado de nombre genérico. Al final del día estaba en su colchón, más rígido que un tronco, con todo ese cansancio llegaba a sentirse como ir al cielo y recostarse en las nubes. Poco sabía que en su sueño, lejos estaría de disfrutarlo. Recostado con sus párpados pesando más que yunques.  

Él despierta aturdido y con sus sentidos totalmente agobiados como si de un momento a otro su cerebro decidiera sacudirse como un motor. Al calmarse, puede observar a su alrededor lo que parece ser un laberinto de habitaciones vacías, algunas conectadas sin puertas ni ventanas. El lugar es totalmente tenue, todo es gris y apenas puede ver los finales del largo pasillos que está frente suyo. Lentamente siente el peso de dos ojos que lo observan en la oscuridad del lugar, mientras su vista se ajusta en la penumbra esta criatura se acerca y logra cruzar su mirada; Solo dos cuencas donde deberían estar los ojos lo vigilaban desde una distancia prudente. Se sentía juzgado por la inexistente mirada de este ser pero esta presencia no lo aterraba, puesto que le generaba una incómoda tranquilidad. La criatura que se ha mostrado frente a él, mostraba una imponente altura que realmente no llegaba a pasarle de los hombros. Sin una boca que modulara frases, este pequeño montón de huesos habló: 

-Hola- dijo con voz tenue y relajada, pero al sólo recibir de respuesta una mirada confusa, continúo con su introducción- imagino no tienes idea de donde estás, yo menos, pero sé que eres el responsable de mi existencia.

-¿A qué te refieres con que soy responsable?-preguntaba confundido.

-¡Ah! si hablas, creí que del miedo te mordiste la lengua.- Bueno, soy producto de tu miedo a la muerte.-

Antes de que se pudiera pronunciar una respuesta, el mundo se sacudía y un ruido grotesco emanaba de una de la pared a su izquierda, una grieta ligera apareció, la cual lentamente ganaba mayor tamaño hasta crearse un agujero del tamaño de una persona, de este emana una garra humanoide, huesuda como un muerto y con uñas sucias de un largo inhumano, en ese momento una sensación de terror puro hizo eco en su médula, fue tanto el pavor en sí mismo que su cuerpo ya estaba corriendo antes de entrar en sí.


Final




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